¿Quién Fue Saladino? El Héroe Musulmán de la Cruzadas
Saladino fue el primer sultán de Egipto y Siria, y el hombre que unió al mundo musulmán contra las fuerzas cruzadas de Europa. Se le considera uno de los mayores héroes del Islam, destacado por su capacidad de liderazgo y su destreza militar, y también se le respeta por su carácter caballeresco y a veces misericordioso durante su guerra contra los cruzados.
Saladino era hijo de un oficial kurdo de alto rango que servía en el ejército Nur al-Din, el gobernante de una provincia de Siria, que en ese momento estaba bajo el control del imperio selíucida.
Vida temprana y ascenso al poder
Nacido en Tikrit, Irak, en 1138, Saladino era árabe por cultura, lengua e inclinación religiosa. Originalmente Saladino recibió el nombre de Yusuf ibn Ayyub, y más tarde en su vida tomó el nombre adicional de Salah al-Din, que se occidentalizó a Saladino, que significa la rectitud de la fe.
No hay muchos relatos sobre la infancia y la juventud de Saladino, parece haber recibido una buena educación desde joven, aunque era más un erudito que un guerrero.
Tras crecer en la ciudad de Damasco y ascender en el escalafón militar, el joven Saladino se alistó en un ejército comandado por su tío, y sirvió en una expedición militar a Egipto para evitar la apropiación de tierras por parte de los cruzados.
Fue en esta posición que Saladino vio sus primeras batallas. El tío de Saladino murió dos meses después y en marzo de 1169 Saladino de 31 años fue elegido para sucederle en el mando de las fuerzas de Nur al-Din en Egipto.
También fue nombrado visir del califato Fatimí, que gobernaba Egipto en aquella época. Con la muerte del último califa Fatimí, en 1171 Saladino se convirtió en gobernante de Egipto y se propuso reducir el poder y la influencia del Islam Shí'í y reestablecer un régimen Suní.
Siguió un periodo de 18 años durante el cual Saladino se aseguró su plena autoridad sobre Egipto. Con el tiempo murieron sus dos principales rivales, el rey Amalarico I de Jerusalén y su antiguo soberano, Nur al-Din.
A continuación Saladino invadió y conquistó Siria en 1174 y fue proclamado sultán de Egipto y Siria, título que llevaría durante el resto de su vida, además de fundar una nueva dinastía islámica que gobernaría la mayor parte de Asia Occidental durante el siglo siguiente.
Pero no todo iría bien durante el ascenso de Saladino.
¿Quién era el "Príncipe Negro"?Con el tiempo se atrajo la enemistad de muchos líderes musulmanes, hasta el punto de que hubo complots contra su vida.
El 11 de mayo de 1175 un grupo de 13 asesinos consiguió infiltrarse en el campamento de Saladino.
Los invasores formaban parte de la temible orden de los asesinos, una secta ismaelita de chitas que vivía en las montañas de Persia y Siria. Sin embargo, los invasores fueron pronto descubiertos. Uno de ellos fue asesinado por uno de los generales de Saladino y otros murieron intentando escapar.
Al año siguiente hubo otro intento de asesinato y Saladino sobrevivió gracias a su armadura, que le protegió de una daga que pretendía golpearle en el corazón.
Inicialmente, Saladino respondió a estos ataques sitiando a la ciudad de Mayasaf, donde creía que se escondían los asesinos.
Conquista triunfal de Jerusalén
Finalmente, Saladino trató de formar una alianza con Rashid Sinan, el líder de los asesinos, también conocido como el Viejo de la Montaña.
Saladino y Sinan consideraron la expulsión de los cruzados como un beneficio mutuo, por lo que mantuvieron relaciones militares de cooperación.
A partir del año 1174, Jerusalén fue gobernada por el rey Balduino IV, quien a pesar de sufrir toda su vida una terrible infección de lepra, fue considerado un líder eficaz.
Saladino y Balduino se enfrentaron en la batalla del Monte Gisardo, donde Balduino, que solo tenía 16 años, obtuvo una sorprendente victoria.
Desde entonces, se ha mantenido una tregua entre los dos líderes. Sin embargo, el valiente rey Balduino IV acabó sucumbiendo a su enfermedad, y tras su muerte en 1185, el trono del reinado de Jerusalén pasó a su hermana Sibila, que a su vez coronó como rey a su marido Guido de Lusignán.
Isabel I de Inglaterra: biografía resumidaFue entonces cuando en 1186 el caballero traidor Reinaldo de Châtillon, aliado de los templarios y al servicio de Guido y Sibila, decidió atacar una gran caravana musulmana que viajaba por el desierto, mientras la tregua con Saladino seguía vigente.
Para Saladino, esta provocación no podía ser perdonada, y la guerra contra los cruzados comenzó de nuevo.
Saladino se preparó para lanzar un ataque a gran escala en 1187, reuniendo tropas de todo su reino al sur de Damasco, y una impresionante flota egipcia en Alejandría.
La disputa se decidió en la famosa Batalla de Hattim. El ejército cruzado fue aniquilado en gran parte por la motivación del ejército Saladino, en lo que fue un gran desastre para los cruzados y un punto de inflexión en la historia de las cruzadas.
Saladino capturó a Reinaldo de Châtillon, el creador de toda esa nueva ola de violencia.
Según los registros históricos, Saladino ejecutó personalmente a Reinaldo de Catillón.
Guido de Lusignán también fue capturado, pero a él se le perdonó la vida.
El 2 de octubre de 1187, la ciudad de Jerusalén se rindió ante el ejército saladino tras 88 años bajo el control cristiano.
Aunque Saladino había planeado matar a todos los cristianos de Jerusalén como venganza por la masacre de los musulmanes, en 1099 aceptó que compraran su libertad.
Después de que Saladino capturara Jerusalén, el papa Gregorio III convocó a una nueva cruzada para reconquistar la ciudad.
Ana de Cleves, la reina que Enrique VIII rechazó por feaRivalidad y amistad con Ricardo Corazón de León de Inglaterra.
En 1189, las fuerzas cristianas se movilizaron en la ciudad de Tiro para lanzar la Tercera Cruzada, dirigida por tres reyes europeos, Federico Barbarroja, rey alemán y emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, el rey Felipe II de Francia y Ricardo Corazón de León de Inglaterra.
Siguieron tres años de batallas y asedios dirigidos principalmente por el rey Ricardo Corazón de León.
Las fuerzas de Ricardo se enfrentaron a Saladino en la Batalla de Arsuf en 1191 y en la de Jaffa en 1192.
La rivalidad y el respeto mutuo entre Saladino y Ricardo se hicieron legendarios.
Ambos fueron celebrados en poemas y leyendas.
Cuando Ricardo fue herido durante la batalla, Saladino ofreció los servicios de su médico personal para ayudarle. En Arsuf, cuando Ricardo perdió su caballo de batalla, Saladino le envió sementales árabes de pura sangre como reemplazo.
Saladino también le envió fruta fresca y nieve para mantener sus bebidas frías. Ricardo a su vez sugirió a Saladino que su hermana se casara con el hermano de Saladino y Jerusalén podría ser su regalo de bodas.
Ambos llegaron a un acuerdo sobre Jerusalén en el Tratado de Ramla en 1192, por lo que la ciudad permanecería en manos musulmanas pero estaría abierta a las peregrinaciones de los cristianos desarmados.
La muerte de Saladino
Sin embargo, los años dedicados a las batallas y la constante presión a la que se veía sometido el líder por su Guerra Santa contra los cruzados ya empezaba a hacer mella en la salud de Saladino.
A principios de 1193, el cansancio lo aquejaba. La fiebre y la enfermedad hicieron que sus médicos le atendieran regularmente. Apenas unos meses después, en marzo de 1193, Saladino moriría tranquilamente en su cama, en su Palacio Real de la ciudad de Damasco.
Las Cruzadas - ResumenSaladino murió relativamente joven, alrededor de los 56 años. En el momento de su muerte, había donado gran parte de su riqueza personal a sus súbditos y organizaciones beneficiarias, dejando en su tesoro real una cantidad insuficiente para pagar su propio funeral.
La coalición de estados musulmanes reunida por Saladino se rompería tras su muerte, pero sus descendientes en la dinastía Ayubí siguieron gobernando en Egipto y Siria durante varias generaciones.
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